Una necesidad particular insatisfecha es lo que anima a algunos emprendedores a crear su propia empresa. Descubren un hueco en el mercado para algo que consideran de utilidad y se lanzan con un proyecto empresarial. Puede ser que hayan dado con la clave, pero es necesario seguir una serie de pautas antes de caer presas del entusiasmo y perder tiempo y dinero.
En primer lugar, es importante caer en la cuenta de que una necesidad individual puede no tener la demanda que nosotros pensamos en un primer momento. Algo que puede resultar “vital” para un individuo puede resultar superfluo para otros. Es decir, hay que detectar que se trata de una necesidad para un número “suficiente” de individuos para que el negocio resulte rentable.
Para ello, y en segundo lugar, es fundamental realizar un buen estudio de mercado. Ver lo que actualmente existe en el segmento que ocupa nuestra idea y ver qué otros productos o servicios pueden satisfacer esa necesidad.
Hoy en día, resulta impresicindible, en tercer lugar, hacer un buen uso de las tecnologías. Aunque nuestra idea sea tradicional, la aplicación de las nuevas tecnologías propiciará una mayor rentabilidad.
Por último, es muy importante no dejarse llevar por el entusiasmo y esperar al momento adecuado. Este momento es aquel en que nos hayamos preparado a fondo, dejando lejos la improvisación. Factor muy a tener en cuenta en este tipo de negocios, dado que al detectar una necesidad no cubierta, las prisas pueden aparecer y estas no son nunca buenas consejeras.
¿Creéis que está todo inventado? ¿Pensáis que es muy difícil detectar una necesidad no cubierta por el mercado?
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