Hace unos días Facebook le ha jugado una mala pasada a uno de sus usuarios.
La persona en cuestión fue con un grupo de amigos a cenar a un restaurante en Melbourne y se fueron sin pagar. Uno de ellos preguntó por una camarera que antes trabajaba allí, lo que le dio la pista al dueño para comenzar la búsqueda. Ella buscó entre sus contactos de Facebook y allí apareció el susodicho, en cuya información de contacto se encontraba su lugar de trabajo y el de su novia, que también acudió a esa cena.
El propietario del restaurante fue a hablar con el jefe de la pareja y las consecuencias fueron inmediatas: no sólo tuvieron que pagar la cena sino que además fueron despedidos por conducta indecorosa.
Otras historias hablan del trabajador que también fue despedido por no ir a trabajar supuestamente porque estaba enfermo. Al parecer su jefe descubrió a través de Facebook unas fotos suyas en una fiesta fechadas ese mismo día.
Facebook se está convirtiendo en una fuente de información sobre sus usuarios muy potente, desde luego es un factor más a tener en cuenta en el caso de que uno quiera ocultar algo...
Quizá no comprendamos todavía el alcance que puede tener el facilitar nuestros datos a la red.
¿Conocéis casos de personas que se hayan encontrado en situaciones comprometidas por ser usuario de una red social?
¿Está suficientemente protegido el derecho a la intimidad o es algo a lo que uno renuncia una vez que proporciona sus datos?
Referencia: "El dueño de un restaurante australiano caza a unos clientes que se fueron sin pagar gracias al Facebook" 28 de noviembre de 2008 www.abc.es
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